La emancipación del Ser Humano parece ser solo una utopía, todos los elementos que componemos el entramado de la sociedad estamos inmersos en una naturaleza del letargo y el estancamiento personal, buscamos finalidades y encarnamos proyectos que a pesar del bienestar económico y la posición social que recibimos, suelen ser el resultado de imposiciones que van mas allá de nuestras propias decisiones y objetivos personales. Ciudades infestadas de autos, almacenes y avisos publicitarios por doquier, la moda y los medios de comunicación ofrecen una gran gama de prototipos con los
cuales las masas satisfacen su ansiedad por el poseer, por gastar, por remodelar, por consumir, etc.
Vivimos en una época de indiferencia con el propio Ser y con nuestro tiempo, vivimos libres aparentemente dentro de un sistema en donde la misma libertad escasea y eso nos hace felices mientras tengamos todas nuestras comodidades.